La primera semana de planificación de la temporada 24/25 termina sin grandes resultados en un Real Murcia más preocupado por todas las impugnaciones y negociaciones derivados del plan de reestructuración que del aspecto social y deportivo.
En lo social, está muy avanzado el diseño y el desarrollo de la próxima campaña de abonos, para la que se esperan novedades la semana próxima.
Y en lo deportivo, tras la comida de despedida de la plantilla del pasado miércoles, sólo dos movimientos y los dos muy parecidos: sendas reuniones, con el entrenador Alfaro primero, y con el director deportivo Recio segundo, para pedirles unos días más acerca de sus respectivos futuros.
En el caso de Pablo Alfaro parece más una estrategia para paliar la decepción del técnico, muy ilusionado en su continuidad, que opciones reales de quedarse. Por ahí afloran nombres como Ponz, Fran Fernández o Romo con más posibilidades.
Pero en el de Recio sí hay expectativas tan palpables de que siga como que tiene contrato. Felipe Moreno quiere terminar de perfilar esa comisión deportiva, incluso dotarla de alguna figura más en donde sigue sonando con mucha fuerza el nombre de Manolo Molina, seguir contando con Pedro Asensio y seguir encajando la figura clave en el caso de éxito del Leganés de Felipe Moreno Jr. en un grupo de trabajo en el que Recio destaca como hombre de club, leal, de prestigio y consenso. Lo normal es que pasados esos días a Recio se le den órdenes para que empiece a preparar su segundo intento de ascenso a la LFP.
