La Gran Vía sin coches, los parques sin niños, los restaurantes sin colas... eso los que quedan abiertos, por que la ciudad de Murcia ha quedado prácticamente desierta con motivo del conocido como el puente de la Virgen de Agosto.
Cuesta trabajo encontrar personas en la calle, porque, además, aunque las temperaturas han dado un respiro, los valores en los termómetros siguien siendo altos.
