La noche del sábado 26 al domingo 27 de octubre se realizará el cambio de hora al horario de invierno, por lo que a las 3:00 de la madrugada los relojes deberán retrasarse una hora, volviendo a las 2:00. Esto significa que dormiremos una hora más, pero también que los días comenzarán a ser más cortos y las tardes más oscuras.
¿Por qué cambiamos la hora?
Este ajuste, que se realiza dos veces al año, tiene sus raíces en la necesidad de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo energético. El cambio de hora se implementó en España de manera oficial en 1974, en plena crisis del petróleo, como medida para ahorrar energía. Desde entonces, se ha mantenido como una práctica habitual en muchos países de Europa y América del Norte.
¿Hasta cuándo seguiremos cambiando la hora?
En los últimos años, el debate sobre la eliminación del cambio de hora ha cobrado fuerza. La Comisión Europea propuso en 2018 acabar con esta práctica, tras una consulta pública en la que la mayoría de los ciudadanos europeos mostraron su apoyo a mantener un único horario durante todo el año. Sin embargo, a pesar de esta intención, los países miembros de la Unión Europea aún no han llegado a un acuerdo sobre qué horario adoptar permanentemente (si el de verano o el de invierno), por lo que el cambio sigue vigente.
Por ahora, parece que el horario de invierno seguirá acompañándonos unos años más, aunque cada vez más voces piden que se tome una decisión definitiva sobre su continuidad o eliminación.
¿Qué podemos esperar?
Si bien no hay una decisión inminente sobre la eliminación del cambio de hora, las discusiones siguen activas. Los defensores de su eliminación argumentan que no solo el ahorro energético es mínimo, sino que también hay efectos negativos en la salud y el bienestar por la alteración del sueño. Mientras tanto, seguiremos ajustando nuestros relojes, disfrutando de una hora más de descanso este fin de semana.
