¿Pagar con dinero o con datos personales? Los principales riesgos de las compras online

Los pagos online pueden dejar nuestros datos expuestos tras cada compra que hacemos en la red. ¿Cómo podemos mantener nuestra información a salvo?

 Los pagos online pueden dejar nuestros datos expuestos tras cada compra que hacemos en la red. ¿Cómo podemos mantener nuestra información a salvo?

Estamos acostumbrados a rellenar continuamente formularios de pago online para hacer todo tipo de compras. Desde el pago de nuestra suscripción a Netflix o Spotify hasta cualquier compra que hacemos en Amazon o en Aliexpress, cualquier plataforma online donde tengamos que pagar algo nos solicita que completemos un formulario con nuestros datos personales: nombre, apellidos, dirección, correo electrónico, número de teléfono…

Una filtración de datos en una plataforma de este tipo puede hacer que un ciberatacante disponga de nuestros datos privados y nuestra información de pago. Cuando repasamos las mayores filtraciones de datos de la historia, vemos que muchas se han producido en tiendas online tan prestigiosas como eBay, así que cualquiera podría ser la siguiente.

Los riesgos de pagar de forma digital

Debemos considerar que toda nuestra información queda asociada después al método de pago que elegimos para completar la transacción: por ejemplo, nuestra tarjeta de débito o crédito, nuestra dirección de PayPal, o nuestro Bizum. Y el problema es que no tenemos control sobre la seguridad digital de las plataformas a cargo de proteger estos datos por nosotros.

Ninguna web está a salvo, así que tampoco lo están nuestros propios dispositivos y redes Wi-Fi. Como usuarios, entonces, nos toca familiarizarnos con las medidas de seguridad digital que debemos adoptar. Tenemos que aprender qué significa VPN, cómo elegir un buen antivirus, o qué es y para qué sirve la higiene digital.

¿De qué manera se pueden filtrar nuestros datos al comprar online?

Cada vez que hacemos una compra en un portal digital e introducimos nuestros datos personales y de pago, los exponemos a un posible ciberataque. Las instancias en las que puede filtrarse esta información son múltiples, desde la base de datos de la propia tienda online hasta el sistema de la pasarela de pago o nuestra propia conexión a internet.

Los principales puntos de riesgo son:

  • La tienda digital. Hacer una compra en plataformas como Amazon, Aliexpress, Zalando o cualquier otra, implica que nuestros datos de pago quedan registrados en su base de datos. Si esta base de datos no está protegida con un sistema de cifrado robusto, o si las redes de sus sistemas son vulnerables, puede caer en manos de los hackers.

  • La pasarela de pago. Las tiendas online suelen estar asociadas a pasarelas de pago. Estas plataformas se encargan de tramitar las transacciones con las tarjetas de crédito o las billeteras electrónicas. Suelen ser más robustas, pero también pueden verse expuestas a vulnerabilidades digitales.

  • Nuestra conexión Wi-Fi. Nuestros propios sistemas no dejan de formar parte de la ecuación. Cualquier conexión Wi-Fi puede ser interceptada por hackers si no está debidamente protegida. Además, es especialmente peligroso hacer compras online en redes Wi-Fi públicas, que pueden estar intervenidas o ser propiedad de un hacker.

  • Nuestro dispositivo. Por último, es muy importante que mantengamos nuestros dispositivos libres de malware. Infecciones como un keylogger pueden registrar nuestras pulsaciones de teclas cuando introducimos nuestros datos de pago, mientras que un troyano podría dar acceso a nuestro sistema a cualquier ciberatacante.

Las VPN, las herramientas antimalware y la higiene digital, claves

Para contrarrestar estos riesgos debemos acostumbrarnos a hacer uso de las medidas de seguridad digital básicas a la hora de comprar online. Estas medidas pasan por cifrar nuestra conexión, mantener nuestros dispositivos libres de malware, elegir tiendas online de confianza, y evitar abrir un número excesivo de cuentas en tiendas online.

  • Cifrado VPN. Una VPN nos da una gran protección a la hora de gestionar nuestros datos online porque encripta la conexión de manera robusta. Incluso si un hacker consigue interceptar nuestra red Wi-Fi, no podrá descifrar nuestro tráfico para acceder a nuestra información: el cifrado VPN se lo impedirá.

  • Protección antimalware. Contar con una herramienta antimalware que mantenga nuestros dispositivos libres de infecciones resulta esencial para evitar hackeos causados por virus como los keyloggers o los troyanos.

  • Higiene digital. En lugar de crearnos cuentas en todas las tiendas online que vemos, nos conviene reducir el número de tiendas digitales que usamos. Debemos ceñirnos a un conjunto reducido de tiendas que sean seguras, y eliminar nuestros datos del resto.

Adoptando estas medidas de seguridad esenciales podemos contar con una protección mucho mayor a la hora de hacer nuestras transacciones online. No hay motivo de renunciar a la conveniencia de las compras digitales, pero sí que debemos hacerlas de forma prudente. ¡Cuando se produce un hackeo, ya es demasiado tarde para remediarlo!